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¿La mariliendre nace o se hace? ¿Quién sabe? Es un enigma insondable que sólo ellas sabrían descifrar. Para quien no sepa lo qué es una mariliendre, en éste caso le vendrá bien consultar la wikipedia, a pesar de que para much@s no sea una fuente de información fiable, su entrada es de lo más acertada y es una acepción que, de momento, no encontrará en el diccionario de la R.A.E.
¿La mariliendre nace o se hace? ¿Quién sabe? Es un enigma insondable que sólo ellas sabrían descifrar. Para quien no sepa lo qué es una mariliendre, en éste caso le vendrá bien consultar la wikipedia, a pesar de que para much@s no sea una fuente de información fiable, su entrada es de lo más acertada y es una acepción que, de momento, no encontrará en el diccionario de la R.A.E.
Y para ilustrar os traemos un pódium con tres reconocidas ganadoras al título de mariliendre...
# 3: La mariliendre convencida: Alaska
Rodeada de homosexuales desde su más tierna adolescencia, Alaska le rezaba a Santa Gema para quedarse plana como una tabla y soñaba con ser un chico para poder ser gay y así parecerse un poco a David Bowie. Según sus propias palabras, ella pertenece a una estirpe de mariliendres, después de su madre y su abuela (???) y siempre había aspirado a que su pareja fuera un hombre en la cama y un maricón en la calle. Pues bien. Desconocemos si Mario Vaquerizo se comporta como un macho en el dormitorio, eso pertenece a su más estricta intimidad; pero en lo referente al segundo requisito de la intérprete de "A quién le importa", su marido lo cumple a la perfección.
# 2: La mariliendre aprovechada: Sara Montiel
Adorada, idolatrada e imitada hasta la saciedad por todas las generaciones de travestis y transformistas, Sara Montiel fue la única y verdadera estrella que el cine español le dio al mundo (ni Carmen Sevilla, ni leches!!!) y representaba ese glamour inalcanzable y sublime, esa feminidad exacerbada, casi extraterrestre, que siempre ha subyugado a los hombres (y mujeres); pero sólo los hombres gays fueron capaces de ver más allá de esa belleza sin pensar estrictamente en tirársela sobre un catre. Sara siempre supo cómo dar la nota y con su cuarto matrimonio (con el cubano Tony Hernández) la dio de todas todas. La noticia de aquella controvertida boda paralizó los telediarios y la famosa frase "pero… ¿qué invento es esto?" pasó a la historia. Todo el mundo sabía, y ella la primera, que aquello no era real. Un burdo paripé y una excusa para vender portadas y apariciones en t.v. en el ocaso de su carrera y no era posible que, aparte de amistad y admiración, compartieran nada más que las pelucas y el maquillaje. Pero… ¿y lo que nos reímos? Marvellous!
# 1: La mariliendre reincidente: Karina
"and the winner is…Karina!!!" Sí, la más blandita y ñoña de las tres se lleva la palma. La eterna secundona de Eurovisión y estrella del pop nacional en eterna decadencia se casó en 1988 mediante el rito tahitiano (glups) con el padre de su única hija, el peluquero de Castellón Juan Miguel (quién años más tarde se hizo muy popular gracias al delirio televisivo en forma de reality-show que fue aquel impagable "Hotel Glam"), de quien se divorció después y termino enfrentada en los tribunales y en los platós de t.v. Aunque la pluma de Juan Miguel siempre fue más evidente que su bigote, está claro que algo tuvieron juntos cuando fueron capaces de procrear a su hija Rocío; pero la buena de Karina fue más allá cuando en 1995 pensó que el público y los medios eran ciegos o directamente idiotas al presentar a Domingo Terroba como el nuevo amor de su vida. El propio Terroba confesó a posteriori su homosexualidad y que todo había sido un montaje. Aaaiiins!