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En un principio, "Gang bang" se barajó como posible título del álbum por aquello de que el disco es una especie de orgía de influencias, un desvergonzado pastiche compuesto de muchos estilos distintos que al final confluyen en uno solo: el pop. Y también por utilizar el nombre de una práctica sexual, haciéndole un guiño a nuestro primer disco, "Menage a trois". Pero finalmente, debido al peso específico de la parte femenina en muchas de las canciones, optamos por "Cosa de Hembras", menos guarrindongo y de paso le rendíamos un homenaje a la mejor película de nuestro director favorito: John Waters. Pero esa es otra historia…
En un principio, "Gang bang" se barajó como posible título del álbum por aquello de que el disco es una especie de orgía de influencias, un desvergonzado pastiche compuesto de muchos estilos distintos que al final confluyen en uno solo: el pop. Y también por utilizar el nombre de una práctica sexual, haciéndole un guiño a nuestro primer disco, "Menage a trois". Pero finalmente, debido al peso específico de la parte femenina en muchas de las canciones, optamos por "Cosa de Hembras", menos guarrindongo y de paso le rendíamos un homenaje a la mejor película de nuestro director favorito: John Waters. Pero esa es otra historia…
Volviendo a "Gang bang", nada más empezar se ven claras nuestras intenciones con esos metales que suenan a lo lejos como una locomotora y que te avisan de que vienen curvas. El mismísimo Pérez Prado a ritmo de mambo da paso a otro genio de la batuta, Henry Mancini y el "The Inspector Main Theme" de su celebrada Pantera Rosa. Y ya tenemos el primer Frankenstein del disco. Guitarras rockeras, órganos garaje y theremines acompañan al escaso texto de la canción, que no es más que el lema de D'Artagnan y los tres mosqueteros en clave porno-lasciva. ¿Cabe algo más en apenas dos minutos y medio?